miércoles, 23 de enero de 2019

El monocordio de Pitágoras y las matemáticas

¡Hola amigos de Yo Quiero Aprobar Mates!

Hoy queremos hablarte de Música y Matemáticas de la mano de nuestros compañeros de 1º ESO. Y lo haremos con la ayuda de un instrumento musical no tan popular: el monocordio. Hablamos de un instrumento de una sola cuerda que sirve para probar la proporción y variedad de los sonidos. Para afinarlo, es necesario tensar su única cuerda hasta lograr la nota deseada de la escala.

Aunque fue un instrumento analizado por diferentes matemáticos a lo largo de la Historia, como por ejemplo Euclides o Ptolomeo, muchos afirman que el monocordio era el instrumento de Pitágoras. En el siglo VI a.C., el gran Pitágoras de Samos lo utilizó para identificar y definir los intervalos musicales y, con ello, estableció una relación entre los números y las matemáticas. Entre otras curiosidades, se dio cuenta que la frecuencia del sonido es inversamente proporcional a la longitud de la cuerda.

Pitágoras de Samos

Pero... ¿Cómo nació el monocordio? Hay muchas leyendas al respecto. Os contamos la del filósofo y escritor romano Boecio: 

"Pitágoras, obsesionado por explicar matemáticamente los intervalos, al pasar por una herrería, quedó sorprendido por el sonido rítmico del golpe de los martillos en el yunque. Entró, observó y experimentó usando cinco martillos. Comprobó que uno, que rompía la escala perfecta de sonidos, tenía un peso sin relación numérica con el resto, por lo que lo eliminó. Con los restantes obtuvo las siguientes conclusiones:
- Sus pesos estaban en la proporción 12, 9, 8 y 6.
- El mayor (12), de peso doble del más pequeño (6), producía un sonido (una octava) más bajo que el menor.
- El peso de los otros dos martillos (9 y 8), correspondía a la media arimética y armónica respectivamente de los de peso 12 y 6, por lo que dedujo que darían las otras notas fijas de la escala".

Cuentan que, de regreso a su casa, Pitágoras hizo diferentes experimentos con pesos atados a cuerdas, flautas o vasos de agua, hasta lograr comprobar matemáticamente las relaciones numéricas de los sonidos escuchados. Y así, parece ser, que fue como nació el monocordio.

Nosotros, en 1º ESO, hemos estado trabajando algunas de las relaciones que existen entre la música y las matemáticas, en particular, con los números fraccionarios y decimales. La relación y equivalencia entre las figuras musicales, los compases de la composición de un pentagrama, la propia historia de la música vista desde las matemáticas... y, dentro de ello, el monocordio de Pitágoras. 

Nos despedimos con un vídeo de Jonay, nuestro compañero de 1º ESO, que nos cuenta con detalle cómo construir tu propio monocordio en casa. Así que, ya sabes, no tienes excusa para al fin tener en casa un instrumento de música y, de paso, aprender un poquito de Matemáticas. ¡Hasta otra!


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